La Edad Antigua es la época histórica que transcurre desde el nacimiento de las primeras civilizaciones caracterizadas por el comercio de larga distancia. Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, en lo político, los partidarios de la escuela "mutacionista" francesa la extienden hasta algún momento entre los siglos IX y XI, cuando el Estado central, la propiedad pública y los impuestos dieron lugar al feudalismo y sus censos.
Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes escritas por griegos, árabes, fenicios, hebreos o egipcios, además de las fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.
La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de las civilizaciones griega y romana (siglo V a. C. al siglo II a. C.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a. C. al siglo V a. C.)
Conceptos como Edad Media o Edad Moderna pueden considerarse válidos sólo para Europa; así Asia, África o América deben recibir una periodización propia y original, coordinando sus cronologías para entender mejor cómo los logros de una cultura acabaron por influir en las otras.
Las grandes civilizaciones de la Antigüedad pueden ser agrupadas geográficamente según areas de influencia estratégica
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